Te doy mis fuerzas, para que tu andes y te enfrentes a todo.
Te doy mis conocimientos, para que nadie te engañe jamás.
Te doy mi alma, maltrecha pero entera, y la encomiendo a tus cuidados.
Te doy mis manos torpes, de las que tú y solo tú puedes sacar caricias y besos.
Te doy el valor que tengo, que se esconde cuando no debe, para que lo uses de escudo y protección, sin que te roce una flecha ni una roca.
Te doy mis pies, que pueden andar miles de kilómetros cuando tú los impulsas.
Te doy mis esperanzas, infinitas, de una vida brillante y mejor, sin sombras, sin miedos. Contigo.
Te doy todo lo que soy, todo lo bueno que tengo, para que tú dispongas de ello cuando quieras.
A cambio me atrevo a pedirte, oh amor mio, mi pequeña:
Que no llores ni te entristezcas más, ya que no hay nubes el horizonte. Solo luz, sol, verdad…
Que tus manos se fundan con las mías, sin soltarse, para cruzar todos los puentes que se nos presenten.
Que tus besos, que son las joyas con las que yo brillo, no se acaben, que tus labios no se enfríen con los míos.
Que tus ojos me iluminen como cada vez que te miro, como dos esmeraldas resplandecientes y puras,inflamando mi corazón y mi espiritu.
Que tus piernas no flaqueen, más bien, que tus pequeños pies de princesa se suban a los míos cada vez que haya que cruzar barro y lodo.
Que tu espalda no se resienta, y en cambio, sea la mía la que lleva el peso, la que lleva la carga del día a día sin una queja, sin un refunfuño.
Que me sigas enseñando como lo haces, con tanto amor y paciencia que es como que te cuide un angel.
Qué tu respiración sea la música que se oye en mi pecho por las noches, notando tu calor y tu piel, contando los segundos que estoy contigo, atesorandolos avaramente sin compartirlos.
Que el 8 de marzo no sea jamás una fecha para mi, sino un sitio.
Que logremos imponernos a todo,contra viento y marea, cogiditos de la mano sin miedo a nada.
Que volvamos a cantar y reír juntos pero nunca más llorar ni temer. Eso es la tormenta que ya ha pasado.
Que siga escuchando tu voz al levantarme y al dormir. Eternamente. Sin tiempo.
Que pueda seguir llevándote tonterías y cositas que te gusten, y llevarte sonrisas besos y mimos a cada segundo que tenga el privilegio de estar a tu lado.
Que tu olor envuelva mi ropa y mi barba, llevándote como en un relicario, en el que tú duermes y te proteges.
Que estés ahí preparada para toda la luz y el calor que voy a darte, sin medias tintas, poniendo toda mi alma y mi vida en ello.
Que tu sigas siendo mia. Qué yo siga siendo tuyo. Que nuestra fuerza no se resquebraje jamás.
Que todo lo que tengo y lo que soy lo tengas guardado en tu corazón bajo mil candados que son mis besos y los tuyos.
Que esto no muera jamás. Porque yo no voy a permitirlo. Porque no existe la opción al error. Porque no existen sombras. Porque te amo con locura.
Porque te amo. Para siempre.
Y que así sea.